ALBERGUE DIOCESANO "BELÉN", FUI FORASTERO Y ME ACOGISTE A.C.
MENSAJE DEL MONSEÑOR JAIME CALDERÓN CALDERÓN OBISPO DE LA DIÓCESIS DE TAPACHULA.

En la carta pastoral Verán al que traspasaron (Jn 19,37) del pasado 14 de septiembre de 2019, me dirigí a nuestra amada familia diocesana, que peregrina en estas tierras de la Diócesis de Tapachula, afirmando que el encaminar, expresión mencionada por el Papa Francisco, es el arte principal de la conducción espiritual en el que todos caminamos como Pueblo santo y fiel de Dios (n. 34): “prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos… Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida” (EG 49).

De modo que ponernos en camino es la forma como nos conduce el Espíritu, que hace salir de sí a la Iglesia y la envía a todas las periferias. Esto nos exige una profunda confianza en el Señor, humildad de frente a la pretensión de no poder asegurarse posiciones ni conquistas, y la gracia de no quedar paralizados por las contradicciones ni encerrados en los males de la clausura. Y, con el caminar, van la esperanza, la consolación y los nuevos horizontes de cara a todo estancamiento en un presente funcionalista, en un pasado nostálgico y en un futuro disperso. El Papa Francisco camina, va siempre para adelante y quiere que todos caminemos, pero caminando siempre y con todos.

Pero no se trata de un caminar sin ton ni son, sino de aprovechar el tiempo e ir a lo esencial, de aquí el sentido de una Iglesia en salida con las puertas abiertas. Salir hacia los demás para llegar a las periferias humanas. Y para nosotros, como familia diocesana, los migrantes y refugiados representan una exigencia de primer orden frente al reclamo del Evangelio.

Es en este sentido que hoy nos planteamos, desde la Comisión Diocesana de Movilidad Humana, cómo podemos entender y vivir el apacentar de cara a estos hermanos nuestros. Entendemos que lo primero que debemos tener claro es que no podemos apacentarnos a nosotros mismos, sino que debemos retroceder, abajarnos, descentrarnos, para alimentar con Cristo a estos hijos de la familia de Dios. Vigilar sin descanso, elevándonos para abarcar con la mirada de Dios a la grey que sólo a él pertenece. Porque sólo elevándonos hasta la altura de la Cruz, será el único punto de vista que abrirá nuestro corazón a esta parte olvidada de su rebaño, como nos ha exhortado el Papa Francisco.

Muchas acciones se han ido desarrollando para dar cauce a este compromiso que, como familia diocesana, hemos asumido en favor de los refugiados y migrantes. Creemos que nada es suficiente para aliviar tanto dolor y sufrimiento que advertimos en ellos; sin embargo, con toda la caridad cristiana de la que somos capaces hacemos todo y lo mejor que podemos por ellos. Es por esto que hoy sumamos una iniciativa más. En este espíritu nace una revista que ahora les presento y que lleva por nombre “Caminando con fe”. Porque sabemos que de entre las muchas posibilidades que se abren en la solicitud pastoral, no olvidamos mantener indeleble el núcleo que unifica todas las cosas: “Lo hicieron conmigo” (Mt 25,31.45).

Agradezco de corazón al P. Cesar Augusto Cañaveral Pérez, al equipo sacerdotal de la Comisión de Movilidad Humana y a los agentes de pastoral que intervienen, el invaluable apoyo para la realización de esta iniciativa por el enorme esfuerzo que esto supone. Gracias de corazón a todos.

Y que nuestro patrono San José y nuestra amada Reina la Inmaculada Margarita Concepción hagan fecundo todo trabajo para gloria de Dios y construcción de su Reino en favor de los migrantes y refugiados.

+ Jaime Calderón Calderón
VIII Obispo de Tapachula.


Cfr. FARES Diego, El olor del pastor. El ministerio pastoral en la visión del papa Francisco (Prefacio de Antonio Spadaro), Sal Terrae, 38.